sábado, 18 de mayo de 2013

Croquetas de morcilla y cebolla caramelizada


¡Hola a tod@s!

Ya estoy aquí de nuevo, esta vez con una de esas recetas con las que te quedas con el personal. Unas riquísimas croquetas de morcilla y cebolla caramelizada, ideales para aperitivos o entrantes. Advertencia: es recomendable preparar el relleno el día anterior a cuando las vayamos a comer, ya que debe enfriarse y coger cuerpo. ¡A cocinar!


INGREDIENTES

3 o 4 morcillas
2 cebollas
1 puerro
2 bote leche evaporada
2 Huevos
Pan rayado
Harina
Vinagre de Módena
Azúcar
Aceite
Sal

Primero vamos a preparar la cebolla caramelizada. Os voy a enseñar una manera rápida y fácil de prepararla, que luego os puede servir para otras recetas de carne, ensaladas...


Pelamos una de las cebollas, la lavamos y la cortamos en juliana. Ponemos una sartén pequeña con un chorrito de aceite de oliva a fuego bajo, y pochamos la cebolla con pizca de sal hasta que transparente. Seguidamente incorporamos una cucharada sopera de azúcar, removemos y cocinamos bien.


Finalmente, subimos el fuego y vertimos un chorrito de vinagre de Módena. Dejamos que evapore, retiramos del fuego y reservamos. Ya tenemos lista la cebolla.


Vamos con la masa de las croquetas. En una sartén grande, calentamos un  buen chorro de aceite de oliva y sofreímos la otra cebolla y el puerro, bien picaditos y con pizca de sal.


Cuando estén cocinados, incorporamos las morcillas troceadas y sin la piel. Removemos y cocinamos.


Ahora añadimos una cucharada de harina. Removemos el conjunto y dejamos que se cocine la harina, al menos 3 o 4 minutos.


Incorporamos a la mezcla el bote de leche evaporada, removemos y dejamos que se cocine. Si vemos que se queda muy espeso podemos añadir más leche (evaporada o normal).


Finalmente agregamos la cebolla, removemos bien y dejamos que se enfríe en un recipiente, preferiblemente en la nevera y si es posible, de un día para otro.


Ahora nos queda la parte manual de la receta. Preparamos una fuente con 2 huevos batidos y otra con pan rayado. Amasaremos las croquetas con las manos bien limpias, las pasaremos por el pan, luego por el huevo y de nuevo por el pan. Este trucazo me lo enseñó mi madre después de destrozar una docena de croquetas en la sartén. Además, con este empanado las croquetas os quedarán muy crujientes y nada aceitosas.


Solo nos quedaría freírlas en abundante aceite bien caliente hasta que estén doraditas. ¡Y a zampar!


Antes de acabar, quiero decir que esta receta le debe mucho a las croquetas de mi madre, las mejores del mundo, aunque variando los ingredientes, así que desde aquí un beso para ella.

Y para el resto, agradeceros que este humilde blog ya supere las 3.000 visitas. ¡Hasta la próxima!

5 comentarios:

  1. a ti se te da genial, solo aporto algun consejo de años de experiencia un beso

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  2. Ohhhh por dios! !!! Ahora quiero croquetas! !!!! Jooooo que buena pinta... ;p

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  3. Yo las he probado y están de lujo, felicidades y aupa atleti!!

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  4. Bueno bueno !! Cada ves me sorprendes mas, pues nada otra receta añadida a favoritos, HALA MADRID !

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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